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5 de agosto de 2016

"Las farmacéuticas inventan trastornos y enfermedades mentales para tener gente adicta a sus productos"

8/6/2016
Entrevista a Peter C. Gøtzsche, autor de 'Medicamentos que matan y crimen organizado: cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud' y 'Psicofármacos que matan y denegación organizada'.


En 2013 Peter C. Gøtzsche publicó el libro 'Medicamentos que matan y crimen organizado: cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud ' (Libros del Lince, 2014), donde cargaba duramente contra el sector farmacéutico, que conoce como la palma de su mano tras haber trabajado ocho años en él. La obra, en la que acusa a las compañías farmacéuticas de amañar las conclusiones de numerosas investigaciones en beneficio propio, levantó una gran controversia al ser el profesor Gøtzsche una gran autoridad en materia de diseño de estudios científicos.
Hace pocos días ha aparecido en España su último libro, titulado ' Psicofármacos Que Matan y denegación organizada' (Libros del Lince, 2015), donde Gøtzsche aborda el campo de la psiquiatría moderna y asegura que esta se ha simplificado hasta el extremo de limitarse a recetar los psicofármacos que la industria va lanzando al mercado. Siempre radical, aboga por abolirlos todos salvo en casos extremos, donde realmente se demuestre su aportación a la cura del enfermo. Para Gøtzsche, ansiolíticos, antidepresivos e incluso antipsicóticos se recetan sin tener en cuenta sus efectos dañinos.
El profesor Peter C. Gøtzsche se graduó como Máster de Ciencia en Biología y Química en 1974, y se licenció como médico en 1984. Es especialista en medicina interna, trabajó en la industria farmacéutica entre 1975 y 1983, y ejerció en hospitales de Copenhague entre 1984 y 1995. En 1993 contribuyó a la creación de la Cochrane Collaboration, una institución dedicada a revisar la veracidad de todos los estudios que se publican en el ámbito de la salud y así filtrar los intereses de las diferentes industrias en el negocio de la sanidad.

Su libro describe a los psiquiatras como profesionales dedicados a recetar medicamentos a los pacientes sin saber realmente si van a funcionar...

Una razón importante por la que la psiquiatría moderna está tan centrada en los fármacos es que la gente no sabe muy bien cuáles son ni sus beneficios ni sus daños. Yo tomé una actitud crítica respecto a estos fármacos; conseguí el acceso a estudios no publicados y fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que la industria farmacéutica, y en ocasiones también los psiquiatras, nos han engañado con sus ensayos clínicos.

29 de mayo de 2016

El español que salvará a miles de pacientes de quimioterapia

29/5/2016

Parte del equipo de Leuko, con Carlos Castro (tercero por la derecha).
Carlos llega a toda prisa, casi entre sudores. Ha dejado hace apenas media hora el madrileño Hospital de La Paz, en donde se encuentra estos días probando el segundo prototipo de un dispositivo que promete salvar miles de vidas de pacientes que se enfrentan a la quimioterapia. “Estamos muy motivados por ver los resultados”, confiesa nervioso por momentos.
Su sistema, Leuko, trata de anticiparse a las posibles infecciones que estas personas pueden contraer cuando quedan inmunosuprimidos por la quimio. “Están expuestos a bacterias que pueden hacer que les hospitalicen, retrasen sus tratamientos y hasta poner en riesgo su supervivencia. Se trata, en definitiva, del mayor efecto secundario para ellos”. La solución que Carlos Castro (León, 1983) halló para conocer el estado de las defensas es recontar la cantidad de glóbulos blancos de cada paciente de manera no invasiva y con resultados inminentes.
Dos hechos se cruzaron en el mismo momento de su vida hace poco más de dos años y pusieron en marcha la maquinaria. Primero, que a su compañero de piso de aquella época le diagnosticaron un linfoma y se encontraba en las primeras fases de la quimioterapia. Segundo, que, fruto de una alianza entre la Comunidad de Madrid y el MIT, hizo varias rotaciones en hospitales madrileños hasta que acabó en el departamento de Oncología del Gregorio Marañón. Allí, una especialista les habló de este grave efecto secundario y él, que acababa de realizar su tesis sobre tratamiento de imágenes biomédicas en la Politécnica de Madrid, acabó por concienciarse.
Su dispositivo, del tamaño aproximado de un pintalabios, toma imágenes de capilares muy superficiales que hay bajo la piel al situarse sobre la uña de cualquier dedo –aunque un estudio recomienda el anular, y así lo ensayan ellos-. Así pueden obtener vídeos de la cantidad de células que pasan por la sangre de estos capilares. Las ventajas de este sistema en comparación con el que se usa ahora son radicales. Actualmente, los pacientes se realizan uno o dos análisis de sangre durante los cerca de veintiún días que transcurren entre una dosis de quimio y otra. Esto obliga a que acudan a los hospitales, donde se exponen a posibles infecciones. Además, pasan varios días hasta que se tienen los resultados. “La mayor parte del tiempo, el oncólogo no sabe si su paciente está inmunosuprimido o no”.

7 de abril de 2016

De la cuna a la tumba con Bayer

7/4/2016
La competencia entre empresas hoy es brutal, tanto que el marketing de las mismas comienza en la más tierna infancia. Y las farmacéuticas, que tienen prohibido por ley hacer publicidad de sus medicamentos de receta, también despliegan su arsenal “comecocos”… en las escuelas.
Desde hace tiempo Bayer tiene el punto de mira los colegios públicos. Así me lo cuentan los amigos de la Coalición Contra los Peligros de BayerCurrenta, filial de la multinacional alemana, ha ido un paso más allá con su regalo de un Libro de Buscar Objetos especialmente producido para escuelas infantiles en las comunidades donde tiene sucursales.
Un obvio ataque comercial a las mentes de los más pequeños. Si alguien lo duda que lea lo que dice Thimo Schmitt-Lord, de la Fundación Ciencia y Educación de Bayer, que libremente admite que la compañía no se mueve por motivos altruistas:
Thimo Schmitt-Lord
Thimo Schmitt-Lord.
Tengo que admitir que nuestro apoyo a las escuelas no es completamente altruista. Lo vemos como una inversión a largo plazo”.
Las grandes empresas están cada vez más enfocadas a la infancia y adolescencia, sus clientes del futuro cercano. La compañía Bayer dirige un laboratorio de química “para hacer la asignatura más atractiva” para los jóvenes.
La farmacéutica también ofrece días de formación para profesores y materiales educativos libres de gastos, en aspectos especialmente controvertidos, como la mortalidad de las abejas y la ingeniería genética.
Según la citada Coalición, cada año la compañía distribuye aproximadamente medio millón de euros en las escuelas cercanas a sus sucursales. El libro distribuido por Currenta representa el divertido ajetreo de una industria química: conductores de grúa, tanques, visitantes de todas partes del mundo, payasos y globos de colores.
En Navidad, Currenta entregó este obsequio en escuelas infantiles y hoy lo hace en los alrededores de las sedes alemanas de Bayer. Philipp Mimkes, de la Coalición Contra los Peligros de Bayer argumenta:

8 de marzo de 2016

Médicos que piden frenar las prácticas corruptas de la industria farmacéutica

8/3/2016

Un grupo de reputados médicosfarmacéuticos y divulgadores científicos han difundido un manifiesto para pedir a los políticos que hagan algo para frenar las prácticas “oscuras” de Big Pharma, las grandes farmacéuticas. Se amplía así el abanico de profesionales de las ciencias de la vida que advierten en público sobre la corrupción de la industria farmacéutica y su impacto en la salud de la población.
En esta ocasión se trata del cardiólogo Aseem MalhotraRichard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos de Gran Bretaña y médico personal de la reina durante 21 años; John Ashton, presidente del Faculty of Public Health; el psiquiatra J.S. Bamrah, presidente de la Asociación Británica de Médicos de Origen Indio y director médico del Manchester Academic Science Centre; la cardióloga Rita Redberg, editora de la prestigiosa revista médica JAMA Internal Medicine; y el profesor James McCormack, reputado farmacéutico y divulgador científico.
Estos profesionales aseguran que hay demasiados fármacos inútiles y, en muchas ocasiones peligrosos. Que la industria farmacéutica engaña a médicos y población enferma. Que el NHS, el sistema sanitario público británico, no hace nada para evitarlo. Y que hay que hacer una investigación pública completa sobre cómo se asegura la eficacia de los medicamentos por la citada sospecha de que algunos tratamientos actuales sean mucho menos efectivos de lo que pensábamos.
En definitiva, lo que llevamos años denunciando en estas páginas. Del manifiesto se desprende que el derecho a la información de la ciudadanía en temas relacionados con su salud es vejado de manera sistemática por las industrias. Existe una “epidemia de médicos y pacientes desinformados”.
Peter gotszche
Peter C. Gøtzsche, autor del libro Medicamentos que matan y crimen organizado.
El sobrediagnóstico y la sobremedicación, principales males de los sistemas sanitarios ocicdentales, está conduciendo a una epdiemia soterrada de muertes y graves daños provocados por medicamentos.
Lo que estos especialistas influyentes indican ahora es lo que el médico danés Peter C. Gøtzsche, a quien tuve la suerte de conocer en Madrid con motivo de la presentación de su libro Medicamentos que matan  y crimen organizado. Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud, explica y documenta en ese trabajo.
Gotzsche ha trabajado en la industria farmacéutica y después se ha convertido en uno de los adalides de la llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBE), que ha degenerado en el marketing de Big Pharma para vender medicamentos ineficaces y mortales -como asintió cuando le hice esta observación-.

23 de febrero de 2016

¿Los medicamentos pueden matar? El caso del paracetamol, ibuprofeno o la aspirina

23/2/2016

Un lector amigo, Cayetano Gutiérrez, que es Catedrático de Física y Química y divulgador científico, ha escrito un buen post titulado La gran paradoja ¿pueden matar los medicamentos? Se basa en libros escritos por médicos como Ben GoldacreAllen Frances o Peter C. Gøtzsche en los últimos años sobre las prácticas poco éticas de las farmacéuticas, para poner el foco sobre los daños provocados por los tratamientos.
En ese post también se recoge la opinión de Joan-Ramon Laporte, catedrático de Farmacología, Jefe del Servicio de Farmacología en Valle Hebrón y Director del Institut Català de Farmacología, según el cual:
el medicamento que más ha matado es la aspirina, porque es el que más gente ha tomado y la percepción de su riesgo está distorsionada. A dosis bajas (100 mg/día) es un excelente protector cardiovascular, pero a dosis analgésicas (1 g/día) puede producir hemorragia gastrointestinal.
De hecho, en Catalunya se producen unos 3.000 casos anuales de hemorragia gastrointestinal, de los que un 40% son atribuibles a la aspirina y a otros antiinflamatorios. En EE.UU. mueren al año, por hemorragia gastrointestinal por antiinflamatorio, unas 15.000 personas, mientras que de Sida mueren 12.000″.
La pregunta ¿los medicamentos pueden matar? es pues retórica pues todos sabemos que los fármacos conllevan en casi todos los casos reacciones adversas que pueden ser más o menos graves. Y esos posibles daños aparecen más cuanto mayor es el tiempo de uso. Esto es de sentido común.
Como también lo es que los medicamentos que llevan menos tiempo en el mercado, los más nuevos (que son además los más caros al estar protegidos por patente) son los más peligrosos pues su seguridad no ha sido comprobada en millones y millones de personas y durante el suficiente tiempo.Paracetamol medicamento hígado daño hepático reacciones adversas
Gutiérrez utiliza el ejemplo del fármaco más usado del mundo. El paracetamol empezó a comercializarse en 1955 y en sólo unos años se convirtió en uno de los analgésicos más populares.
Hoy en día es el medicamento genérico más vendido en todo el planeta y está presente como principal principio activo en fármacos tan populares como el Efferalgan o el Gelocatilsegundo y tercer puesto en la lista de ventas de medicamentos de nuestro país.
Un estudio publicado en 2015 en la revista Annals of the Rheumatic Diseases indica que los pacientes que toman el analgésico de manera rutinaria tienen un 63% más posibilidades de morir inesperadamente, un 68% más posibilidades de padecer un infarto o un ictus y hasta un 50% más posibilidades de tener una úlcera o sangrado estomacal.

11 de enero de 2015

"La industria farmacéutica es muy rica y ha corrompido los sistemas de salud"

3/11/2014
Miguel Ayuso
Cudano un científico se atreve a criticar a la industria farmacéutica, enseguida se le critica porque no la conoce bien. Pero al médico danés Peter C. Gøtzsche es difícil pillarle por este flanco. Durante 30 años, Gøtzsche ha trabajado en ensayos clínicos y regulación de medicamentos para varias farmacéuticas y ha publicado más de setenta artículos científicos en las Big Five, las cinco principales revistas científicas. Y es por esto por lo que afirma con rotundidad que la industria farmacéutica está corrompida hasta la médula, extorsiona a médicos y políticos, y mantiene enormes beneficios a fuerza de medicar innecesariamente a la población.
Su nuevo libro, Medicamentos que matan y crimen organizado (Los libros del lince), ha causado una enorme polémica y ha desatado la ira de la industria, a la que Gøtzsche acusa de propagar mentiras sobre su investigación. El doctor ha atendido a El Confidencial en una extensa entrevista en la que no deja títere con cabeza.
PREGUNTA. Hace unas semanas entrevistamos al psiquiatra Allen Frances. Nos dijo, literalmente, que la industria farmacéutica está causando más muertes que los cárteles de la droga. Usted opina lo mismo. Cuando se publicó la entrevista muchos lectores se quejaron porque les parecía una aseveración exagerada. ¿Por qué cree que no lo es?
RESPUESTA. Decir la verdad no puede ser una exageración. En mi libro documento que el consumo de medicamentos con receta es la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. En Estados Unidos, por ejemplo, la prescripción de medicamentos causa cerca de 200.000 defunciones todos los años. Así que está claro que la industria farmacéutica está causando bastante más muertes que los cárteles de la droga.

5 de enero de 2015

Hepatitis C: No son muertes, son crímenes de Estado



Publicado en: dic 28 2014 - por Nerea Castro
Rafael Silva⎮Rebelión⎮27 diciembre 2014
Hay que respetar las leyes, siempre que las leyes sean respetables
(José Luis Sampedro)
El sistema sanitario es una verdadera mafia que crea enfermedades y mata por dinero y poder
(Ghislaine Lanctot)
La austeridad homicida que ejecuta este sádico Gobierno tiene múltiples manifestaciones. Vamos a abordar aquí una de las más recientes, crueles e inhumanas. De los 7.000 pacientes de Hepatitis C que aproximadamente necesitan el medicamento de nombre comercial “SOVALDI” para poder sobrevivir, los Presupuestos garantizan que únicamente lo recibirán unos 1.200 pacientes. El resto será abandonado a su suerte, probablemente morirán en un período más o menos breve de tiempo. De hecho, ya han muerto varias personas durante los últimos meses, víctimas de este abondono oficial por parte del Ministerio de Sanidad, lo cual ha provocado que su Plataforma de Afectados realice un encierro indefinido a las puertas del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Al momento de escribir este artículo, la Dirección General de Farmacia ha confirmado que se administrará este fármaco a todos los pacientes críticos que lo necesiten, pero como decimos, las cifras realmente cubiertas van a ser irrisorias.
Y no estamos hablando de un brote virulento de una cruel enfermedad epidémica incontrolable, ni siquiera de una enfermedad mortal para la cual no exista medicamento curativo. No. La enfermedad es conocida, el tratamiento existe, su éxito en la curación es certero, el único problema es el presupuesto público para sufragarlo y expedirlo para todos los pacientes que lo necesiten. Pero claro, eso lo haría un Gobierno socialmente responsable, éticamente impecable, y humanamente justo. Un Gobierno al que le importaran las personas. Evidentemente, nuestro actual Gobierno del PP está muy alejado de dichos parámetros. Porque lo cierto es que muy ruín y despreciable tiene que ser un Gobierno para que sea capaz de sacrificar vidas humanas en pro del supuesto saneamiento de sus cuentas públicas. Es el más fiel exponente y ejemplo de cuando un Gobierno se convierte y trabaja como una empresa privada, en vez de estar al servicio de su sociedad.

1 de noviembre de 2014

El otro escándalo silenciado en los medios: la industria farmacéutica

29/10/2014
Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL PLURAL, 28 de octubre de 2014, y en la columna “Pensamiento Crítico” en el diario PÚBLICO, 29 de octubre de 2014.
Este artículo denuncia el comportamiento de la industria farmacéutica que, con la ayuda de los Estados, está dificultando el acceso a los fármacos por parte de grandes sectores de la población mundial.
Uno de los mayores escándalos existentes en el mundo económico-político de hoy es el comportamiento monopolístico de la industria farmacéutica, aprobado y subvencionado por la autoridades públicas (en teoría, representantes de la población), que protegen dicho monopolio a través de la asignación de las llamadas patentes, que garantizan la potestad a tal industria para inflar los precios de los fármacos. El argumento a favor de este privilegio es que la industria ha invertido enormes cantidades de dinero en la investigación de los productos farmacéuticos, una investigación que necesita ser pagada y retribuida, permitiéndole definir un elevado precio del fármaco, dándole, además, la exclusividad en la venta del producto, prohibiendo la aparición en el mercado de otros productos idénticos que hicieran la competencia a aquellos que tienen la patente. En consecuencia, la industria farmacéutica, altamente concentrada, es uno de los sectores con mayores beneficios existentes en el mundo de hoy.
Esta argumentación oculta varios hechos bien conocidos entre los expertos en la materia. Uno de ellos es que la mayor parte de la investigación que se realiza conducente a la producción del fármaco no ha sido financiada por la industria farmacéutica, sino por centros de investigación financiados públicamente. Se han publicado muchos estudios mostrando, por ejemplo, que la producción de los principales productos en venta en el sector farmacéutico de EEUU se basa en investigación básica financiada por los National Institutes of Health (NIH), los centros de mayor investigación sanitaria del gobierno federal de EEUU. Lo que hace la industria farmacéutica es utilizar esta información, aplicándola a la producción del fármaco. Esta investigación aplicada es una porción pequeña de todo el proceso de producción del fármaco. La mayor parte de los costes de producción no han sido, pues, sostenidos por la industria farmacéutica, sino por el erario público. En realidad, economistas que han estudiado el tema han recomendado que sean los mismos institutos de investigación médica (NIH) que realizan la investigación básica los que hagan la investigación aplicada, con lo cual se evitarían los elevados precios que la industria farmacéutica está exigiendo. Como señala Dean Baker, el Estado federal de EEUU se ahorraría mucho dinero si produjera él mismo los productos farmacéuticos, en lugar de tener que comprarlos a la industria farmacéutica.
Otro elemento ignorado, cuando no ocultado, es que un gran número de empresas farmacéuticas cargan como gastos de investigación gastos que no corresponden a esta categoría, como, por ejemplo, marketing. Y todavía peor, utilizan todo tipo de triquiñuelas para alargar la patente, declarando como productos nuevos productos con ligeras variaciones sobre el producto anterior.

17 de septiembre de 2014

Peter Gotzsche compara a Big Pharma con la mafia en su libro Medicamentos que matan y crimen organizado

10/9/2014
Miguel Jara
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acogió ayer la presentación del libro del médico danés Peter GotzscheMedicamentos que matan  y crimen organizado. Cómo las grandes farmacéuticas han corrompido el sistema de salud. Gotzsche ha trabajado en las industria farmacéutica y después se ha convertido en uno de los adalides de la llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBE) que, como explica, ha degenerado en el marketing de Big Pharma para vender medicamentos ineficaces y mortales.
Medicamentos que matan libroSe define “crimen organizado” como una actividad en que se cometen los mismos delitos repetidas veces: extorsión, fraude, sobornos, malversación, obstrucción a la justicia y a la ley, falsos testimonios y corrupción política.
En un libro denso e hiperdocumentado, el danés va desgranando las irregularidades de las principales compañías y sus consecuencias para la salud de las personas y los sistemas sanitarios.
La presentación de Peter fue impactante:
-En Estados Unidos y en Europa los medicamentos prescritos son la tercera causa de muerte, tras las enfermedades cardíacas y el cáncer.
-Sólo en USA mueren cada año 200.000 por los daños de los fármacos.
-En EE.UU. las compañías farmacéuticas son el principal defraudador federal y en el mundo son líderes en soborno y corrupción.
-Un ejemplo: Pfizer, el primer laboratorio del ranking mundial lleva firmados cuatro acuerdos de “honradez empresarial” con el Gobierno de USA y prometió a los fiscales que no promocionaría fármacos para usos no aprobados… mientras estaba en ello.
Puso numerosos ejemplos de medicamentos que matan y se extendió en el diagnóstico de hiperactividad o TDAH en la infancia (“no es más que un nombre, carece de entidad biológica”, dijo). De los medicamentos ad hoc expuso sus efectos a largo plazo: daños cerebrales(experimentos en animales), ansiedad, depresión, etc.

15 de septiembre de 2014

“La industria farmacéutica está causando más muertes que los cárteles de la droga”

9/9/2014
Miguel Ayuso
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés) contiene la clasificación de las enfermedades mentales según la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, y se usa en todo el mundo para decidir quién padece una enfermedad mental y quién no.
El doctor Allen Frances (1942), catedrático emérito de la Univesidad de Durham, dirigió la penúltima edición de la conocida como “Biblia de la psiquiatría”, el DSM IV. Entonces, trató de elevar los criterios bajo los cuales se puede calificar a alguien como enfermo mental. Pero no lo consiguió. El DSM IV se empezó a utilizar, a juicio de Frances, de forma incorrecta para hacer explotar la burbuja de la inflación diagnóstica y la medicación. Hoy, sobre todo en EEUU, las cifras son preocupantes: el 20% de las personas toman un medicamento psiquiátrico a diario y una cuarta parte de la población tiene un diagnóstico de enfermedad mental.
La inflación diagnóstica no es exclusiva de la psiquiatría, es común a toda la práctica médica y es algo que debería preocuparnos
Aunque a Frances no le hacía ninguna gracia el nuevo DSM, no tenía intención de criticarlo públicamente (la polémica sería enorme entre los psiquiatras, tratándose del director de la anterior edición), pero tras una fiesta de la asociación cambió de opinión. “Me horrorizaba el ingenuo entusiasmo de las personas que trabajaban en el DSM 5. Donde ellos veían magnificas oportunidades yo veía graves riesgos”, reconoce Frances en su nuevo libro,¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel), que acaba de publicarse en España. El nuevo DSM iba a ser un desastre, y su antiguo director se decidió a tomar partido.
Ayer Frances visitó Madrid y fue muy claro: si el DSM 5 tiene éxito (algo que aún está por ver) el 81% de la población de entre 11 a 21 podría ser diagnosticada con una enfermedad mental. La inflación diagnóstica puede llegar al absurdo. Y el psiquiatra cuenta con numerosos ejemplos.
“Con el nuevo DSM –explica Frances–, tan sólo dos semanas después de que alguien pierda a un ser querido, un médico puede diagnosticar depresión clínica. Si alguien tiene síntomas propios del duelo no va a acudir a un psiquiatra, va a ir al médico de cabecera, que en Estados Unidos pasa de media 7 minutos con cada paciente, cifras que no serán muy distintas a las de España. Quizás ni siquiera conozca al paciente bien”. No importa, asegura el psiquiatra, en un momento podrá (con el manual en la mano) decir que tiene depresión y recetarle antidepresivos. Y la situación se repite con numerosos trastornos que, desde la publicación del nuevo DSM (en mayo de 2013), son mucho más sencillos de diagnosticar.

30 de agosto de 2014

El escandaloso comportamiento de la industria farmacéutica

Artículo de Vicenç Navarro que se publicará en el diario digital EL PLURAL, 18 de agosto de 2014.
Este artículo critica el comportamiento de la industria farmacéutica, que crea unos precios artificialmente altos para sus productos basándose en el poder monopolista que le cede el Estado. El caso del tratamiento contra la hepatitis C es un claro ejemplo de ello.
España se gasta muchísimo en el capítulo de farmacia, un dato que es incluso más notorio y visible porque el gasto público sanitario es muy bajo. En realidad, nos encontramos con la situación paradójica de que España es uno de los países que se gasta menos en sanidad pública (mucho menos de lo que debería por su nivel de riqueza) y, a la vez, es uno de los que se gasta más en farmacia. El argumento que se utiliza con mayor frecuencia para explicar el elevado gasto en farmacia es que los pacientes, al no tener que pagar el coste de producir el fármaco, abusan del sistema, adquiriendo muchas más medicinas de las que en realidad necesitan.
Además de errar en este diagnóstico –pues la mayoría de la ciudadanía española tiene que pagar por los fármacos–, el hecho es que dicha explicación del elevado consumo farmacéutico ignora que el acceso a los fármacos no es tan fácil como se cree, pues aunque los precios de los productos farmacéuticos son inferiores a los de otros países, se olvida que el nivel de los salarios y/o transferencias públicas a las familias, ancianos y grupos sociales vulnerables es mucho más bajo que el que existe en la mayoría de países de la UE-15, el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo económico al español.
Pero las consideraciones más importantes deberían hacerse sobre el comportamiento de la industria farmacéutica, una de las industrias con mayores beneficios en la economía, fenómeno que es generalizado en la mayoría de países desarrollados a los dos lados del Atlántico Norte. En EEUU, los beneficios empresariales de este sector económico –el farmacéutico– son de los más elevados de aquel país. Las diez empresas más importantes del sector tienen una tasa de beneficios (el porcentaje que representan sobre el total de ventas) del 17%, que es muchísimo mayor que el promedio (5%) de las 500 empresas más grandes de aquel país.
Estos enormes beneficios (que ocurren también en España) se basan en la protección que les ofrece el Estado, permitiéndoles dictar el precio de los productos farmacéuticos al nivel que deseen, a través de las patentes. Estas patentes son una manera de saltarse el mercado, asegurando a las empresas farmacéuticas el poder de controlar la producción y distribución, con un comportamiento claramente monopolístico. El caso más claro es el precio de un nuevo tratamiento para la hepatitis C, que cuesta nada menos que la friolera cantidad de 25.000 euros por paciente. En EEUU es 84.000 dólares (unos 63.000 euros) por paciente. Esta situación, por cierto, ha creado un problema enorme en el sistema penitenciario estadounidense. Paradójicamente, en un país donde el Estado no garantiza la accesibilidad a los servicios sanitarios por parte de la población, sí que lo hace en el caso de los prisioneros en las cárceles estatales (1,3 millones de presos) y federales (200.000 presos). Estos sí que tienen el derecho a recibir los servicios sanitarios gratuitos, situación que, repito, no existe para la mayoría de la población estadounidense. Y un 17% de toda la población en prisión está infectada por el virus que causa la hepatitis C, que se transmite al compartir las jeringuillas entre los drogadictos. En realidad, un tercio de todas las personas infectadas con el virus está en prisión. El tratamiento de estos pacientes está suponiendo una crisis enorme del sistema penal de aquel país (ver Margot Sanger-Katz, “Why the Hepatitis Cure Sovaldi Is a Budgetary Disaster for Prisons”, The New Yor Times, 07.08.14).

2 de julio de 2014

El antibiótico natural que la industria farmacéutica siempre ha ocultado

24/6/2014

EL ANTIBIÓTICO NATURAL QUE LA INDÚSTRIA FARMACÉUTICA SIEMPRE HA OCULTADO

Hace 2300 años, Alejandro Magno inspeccionaba el campo de batalla y bebía agua potable de cuencos de plata. No sabía nada acerca de las bacterias, pero sabía que los recipientes de plata tienen una forma aparentemente milagrosa de mantener el agua fresca y sana.
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La plata se ha utilizado durante miles de años en diferentes formas por sus beneficios para la salud. A lo largo de la edad media, los ricos daban sus cucharas de plata a los niños para que las chuparan, a fin de evitar enfermedades.

*** Fort Apache ***

-- Derechos Humanos --

-- Libia, el infierno de la migración africana --

-- La Carta de la Tierra --

La Dictadura del Hambre-Los Bilderberg-Cidinha Campos-Mayor Zaragoza-José María Gay-El Chojin

Music for all

*** My music and other videos on YouTube ***

Hierbas, Plantas, Especias (Medicinales y Culinarias), y alimentos poco sanos

-- Por qué no estalla una Revolución --

"La información ya no tiene relevancia"

Estos últimos años se han hecho públicas informaciones de todo tipo que deberían haber dañado la estructura del Sistema hasta sus mismísimos cimientos y sin embargo la maquinaria sigue intacta, sin ni tan solo un arañazo superficial. Y esto pone de manifiesto un hecho extremadamente preocupante que está sucediendo justo ante nuestras narices y al que nadie parece prestarle atención. El hecho de que SABER LA VERDAD YA NO IMPORTA.

Parece increíble, pero los acontecimientos lo demuestran a diario. La información ya no tiene relevancia.

Nuestro cerebro se ha convertido en un drogadicto de la información rápida, en un yonqui ávido de continuos chutes de datos que ingerir, a poder ser pensados y analizados por cualquier otro cerebro, para no tener que hacer el esfuerzo de fabricarnos una compleja y contradictoria opinión propia. Porque odiamos la duda, pues nos obliga a pensar, ya no queremos hacernos preguntas, solo queremos respuestas rápidas y fáciles. Somos y queremos ser antenas receptoras y replicadoras de información, como meros espejos que rebotan imágenes externas, pero los espejos son planos y no albergan más vida en ellos que la que reflejan proviniendo del exterior.

Para emprender una transformación profunda de nuestro mundo, para iniciar una auténtica Revolución que lo cambie todo y nos lleve a una realidad mejor, deberemos descender hasta las profundidades de nuestra psique, hasta la sala de máquinas, donde están en marcha todos los mecanismos que determinan nuestras acciones y movimientos. Ahí es donde se está dirimiendo la auténtica guerra por el futuro de la humanidad. Nadie nos salvará desde un púlpito con brillantes proclamas y promesas de una sociedad más justa y equitativa, nadie nos salvará sólo contándonos la supuesta verdad, ni desvelando los más oscuros secretos de los poderes en la sombra.

Es pura lógica: No hay revolución posible sin una transformación profunda de nuestra psique a nivel individual, porque nuestra mente está programada por el Sistema. Y por lo tanto, para cambiar ese Sistema que nos aprisiona, antes debemos desinstalarlo de nuestra mente.

http://economiazero.com/por-que-estalla-una-revolucion/

-- Todo lo que deberías saber sobre el Fracking --

--- La mayor estafa de la historia de España se llama Electricidad ---

-- Plataforma en Defensa de la Libertad de Información --

-- Casos Aislados --

La Ley es todo. Nuestras leyes nos retratan y definen lo que somos en convivencia

La Ley es todo. Nuestras leyes nos retratan y definen lo que somos en convivencia
En el año 1985 un drástico cambio legislativo atribuyó al Parlamento la elección de todos los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

--- Las empresas del IBEX35 bajo lupa ---

El paro y la precariedad no son problemas individuales, son problemas colectivos

-- Jean Ziegler - Vicepresidente de la ONU --

“No puede ser que en un planeta con los recursos agroalimentarios suficientes para alimentar al doble de la población mundial actual, haya casi una quinta parte de sus habitantes sufriendo infraalimentación”.

“La hambruna ya es una realidad en las banlieues parisinas y el pueblo español también está sufriendo la pobreza, como el resto de Europa”.

Los teóricos del neoliberalismo, “nos han hecho creer que hoy en día la austeridad es la única política posible, pero sólo se aplica a la clase trabajadora y nunca a los banqueros.

El neoliberalismo delictivo, “se cura con política”.

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-- Compromiso de todos --

-- Olivier de Schutter - Relator de la ONU --

“Con la comida que se tira podrían alimentarse 2.000 millones de personas”

”La mitad del cereal producido en el planeta es para satisfacer la demanda de consumo de carne. Hay un sobreconsumo de carne absolutamente insostenible”

http://esmateria.com/2014/04/25/con-la-comida-que-se-tira-podrian-alimentarse-2-000-millones-de-personas/

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-- El beneficio de los alimentos naturales --

*** Parada obligatoria ***